"Mi presencia aquí, entre ustedes, es la prueba de que ningún obstáculo puede impedir el progreso de las mujeres".

Voz reclamada: El camino hacia la libertad de una activista afgana

 

Cuando Nabila tomó el micrófono en la celebración del Día Internacional de la Mujer de AsylumWorks, no sólo estaba dando un discurso: estaba reclamando su voz.

En Afganistán, Nabila había construido su vida en torno a la defensa de los derechos de la mujer. Como periodista y activista, defendió la educación, el empleo y la libertad, hasta que la toma del poder por los talibanes puso su vida en peligro. Su dominio la obligó a esconderse, borrando su carrera y prohibiéndole aparecer en público o reunirse con otras mujeres.

Tras dos años en la sombra, Nabila tomó la dolorosa decisión de huir. Su viaje atravesó trece países, llevándola hacia un futuro incierto en Estados Unidos. Aterrizó en Virginia a principios de 2024, donde llegó sin hogar, trabajo ni conocimientos de inglés. Agotada y sola, no tenía dónde acudir, hasta que encontró AsylumWorks. 

En AsylumWorks, los gestores de casos familiarizados con la experiencia de Nabila la guiaron hacia la estabilidad. Con su apoyo, se fijó objetivos de empleo, vivienda y autosuficiencia. Con la ayuda de un orientador profesional, elaboró su currículum y consiguió un trabajo a tiempo parcial. Unos ingresos estables le ayudaron a alquilar una vivienda. Se matriculó en clases de inglés, decidida a buscar nuevas oportunidades laborales. Por primera vez en años, se sintió segura y dueña de su vida. 

Ahora, ante una sala de mujeres afganas, su voz transmite fuerza y confianza. "En Afganistán era una mujer independiente. Cuando llegué a Estados Unidos, no sabía qué hacer. AsylumWorks fue la primera organización que me ayudó, me tomó de la mano y me mostró el camino a seguir. Mi presencia aquí, entre ustedes, es la prueba de que ningún obstáculo puede impedir que las mujeres progresen". dijo. "Las mujeres afganas somos fuertes. Nunca nos rendiremos". 

Alrededor de la sala, las mujeres asentían en señal de reconocimiento, algunas enjugándose las lágrimas. Rodeada de quienes han recorrido su camino y con el apoyo de AsylumWorks, Nabila está redescubriendo su poder como mujer, madre, esposa y líder comunitaria.

Se ha cambiado el nombre para proteger la intimidad del cliente.